“Nunca dejes de sonreír” Esa fue la fase que recibí junto con unas flores de parte de Grupo Dental Bosques el día que terminé mi tratamiento.
Ese detalle para mi encierra la calidez, la dedicación y el perfeccionismo que viví desde el primer día que entre en el consultorio.
Hay gente que dice que el Dr. Ricardo Mitrani es para casos complicados, yo más bien digo que es un dentista tan perfeccionista y preparado que es capaz de sacar adelante los casos más difíciles, al mismo tiempo que trata una boca “normal”, cosas sencillas que cualquier dentista puede hacer pero que no cualquier dentista te dejaría como un trabajo impecable y para toda la vida.
Mi caso fue especial. Yo tenía implantes mal puestos, coronas mal hechas y mal colocadas, que no me permitían tener una mordida adecuada, mas muchos problemas más.
Mi cambio llevó mucho tiempo de planeación pues era necesario hacer varias cirugías, diseño de coronas… en fin ¡una boca nueva!
Desde el primer momento sentí toda la seguridad de que estaba en el lugar adecuado; sabía que no era un camino fácil, pues me esperaban muchas cirugías y citas por delante, pero también sabía que al final iba a tener la boca con la que siempre había soñado ¡una boca sana!
Cada cita que tenía, me llamaba la atención: por un lado, el profesionalismo con el que todos trabajan. Ahí no te dejan salir hasta que el trabajo quede perfecto (como si fueran piezas de lego). Tenían juntas semanales para analizar los casos de cada paciente y exponer cosas nuevas, estaban al día de todas las novedades… y por otro lado, lo agradable que hacían el ambiente del consultorio,tanto en el trato de los doctores como la calidez del lugar. Me hicieron pasar las horas de dentista más rápido que lo que esperaba.
Hoy le quiero dar las gracias a todos los integrantes de este gran equipo. A partir del día que terminé, empezó a cambiar mi vida en forma radical. Y ¿ cómo cambió?
Pues en detalles simples que te hacen el día a día más fácil.
Se me quitó el miedo a que se me aflojara una corona y ¡quedarme un día sin diente!
Tener la mordida adecuada me trajo menos dolores de cabeza, ya no me duele ninguna parte de la boca. Ya solo voy a mis limpiezas de rutina ( eso me hace sentir que estoy sana, que tengo una boca “normal”) y el más sencillo de todos, pero el más bonito es que ya puedo sonreír tranquila y abiertamente sabiendo que en las fotos quedará una sonrisa preciosa que antes no me atrevía a enseñar.
Gracias al Dr. Ricardo, al Dr. Beto y a todo su equipo por todo su trabajo, paciencia y cariño con el que lograron en mí una sonrisa llena de tranquilidad, seguridad y mucha, mucha alegría. De verdad, ¡Me cambiaron la vida!